Ernst Lauterer publicó una pequeña parte de sus intuiciones y recuerdos ancestrales en este libro de 1915. Él sabía, al igual que Guido von List y los grandes maestros, que es tan importante lo que se dice como lo que se calla. Su labor más importante habrá sido, pues, contribuir a la venida del verdadero Emperador esperado por los Arios, el Fuerte de lo Alto, que pondría fin a todas las querellas y uniría a su pueblo, que no es otro que un nuevo Avatar de Wotan. Ernst Lauterer todavía en 1920 hará un llamamiento a sus compatriotas (An alle Deutschvölkischen!), y en el mismo año publica un periódico denominado Hakenkreuz – Rundbrief der Nationalen Kanzlei. Colaborará finalmente con Dietrich Eckart, quien será luego el mentor del futuro Führer. No es extraño, pues, que en la biblioteca personal del Canciller del Reich alemán se encontrara el opúsculo Aus den Traditionen der Laf-Tar-Ar Sippe der „Lauterer“.